Dos noticias sobre teatro se cuelan en las páginas de cultura de los periódicos de hoy.
Por un lado, tenemos el polémico estreno de Constance, una supuesta obra del escritor irlandés Oscar Wilde, y digo supuesta porque su nieto (el dramaturgo Merlin Holland) sostiene que el autor de El retrato de Dorian Gray no escribió ni una sola palabra del drama en cuestión.
Por otra parte, nos encontramos con el estreno de Divinas palabras, una de las obras fundamentales del escritor gallego Ramón María del Valle Inclán (del que este año se conmemora el 75º aniversario de su muerte), nada menos que en China. Estoy seguro de que el esperpéntico universo de su obra triunfará en el país oriental.
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