Reescribiendo clásicos. Todos vuestros relatos (resubido)

Resubo vuestros relatos. Sabéis que podéis votar hasta el día 1 de junio

ROMEO Y JULIETA. UN AMOR IMPOSIBLE
En un pueblo llamado Bergondo, vivían dos familias de distinta clase social. Una era la más rica del pueblo y la otra era una de las más humildes, pues apenas tenían para comer. Un día en la fiesta del pueblo, coincidieron el hijo mayor de la familia rica, que se llamaba Romeo y la hija mayor de la otra familia, que se llamaba Julieta.
Al verse, enseguida intimaron, así que se pusieron a hablar y a bailar. Estuvieron toda la noche hablando y bailando hasta que se terminó el baile. Al despedirse, decidieron que quedarían al día siguiente para dar un paseo y poder seguir hablando para conocerse mejor.
Pero al día siguiente Julieta no se presentó, pues sus padres se habían enterado que había quedado con el hijo del hombre más rico del pueblo y no la dejaron ir, porque sabían que los padres de él tampoco aceptarían esa relación. Así que Romeo se quedó sin poder volver a ver a la chica de la que se había enamorado nada más conocerla en la fiesta del pueblo.
ELEMENTAL QUERIDO POIROT
En una fría tarde de Noviembre se encontraba Hércules Poirot investigando un crimen sucedido hacía tres días. Se trataba del asesinato de una joven de unos 15 años de edad aproximadamente. El afamado detective había estado entrevistando a todos los posibles sospechosos sin ningún resultado positivo aparente, se inclinaba a pensar que el mayordomo podía tener alguna relación con el asunto por las contradicciones en las que había caído durante la entrevista que habían mantenido anteriormente.
En esto que se encontraba el hombre pensativo, cuandove que se acerca una sombra por la puerta, se queda completamente pasmado cuando distingue la figura de Sherlock Holmes.
- Mister Holmes, ¿Qué le trae a usted por aquí?
- Monseur Poirot, vengo a ayudarle resolver este horrendo crimen.
- ¡Aha!, llevo tres días y tres noches y investigando y no he logrado grandes avances Mister Holmes, así que dígame, ¿Cómo piensa ayudarme a resolver este crimen? Ehhhhhhhh
- Pues verá usted Monseur Poirot, me he fijado en algunos pequeños detalles. Por ejemplo, en un jarrón que se encuentra tirado debajo de unos arbustos en el jardín. Aparte, la pinche de cocina tiene unos cortes en las manos, amigo Hercules.
- No había caído en esos detalles Mister Holmes.
- Elemental querido Poirot, elemental. Estos belgas no tienen desarrollado el más elemental sentido de la suspicacia.
OSCURANIEVES Y LOS SIETE MONSTRUITOS
En una aldea muy alejada de la ciudad, allá en unas montañas bastante altas las cuales tenían sobre 1.500 metros, existía una chica llamada Oscuranieves. Vivía sola desde casi toda su vida, y carecía de algo muy importante, que era su habla, pero no se sabía si era porque se encontrara sola y no había tenido la ocasión de que le enseñaran, o si realmente tenía un problema que era ser muda.
Pero ella, a su manera, era feliz, porque vivir donde vivía le hacía sentirse libre. No dependía de horarios. Su mundo era el día a día en el bosque. Todos los días se daba paseos enormes, y disfrutaba con las cosas pequeñas de la vida, porque se quedaba con los pequeños detalles que ocurrían a su alrededor como; una mariposa que volaba por el cielo, una ardilla subiendo por el tronco de un árbol, etc. Aunque un día, subiendo una de las montañas, se asustó mucho porque se encontró con siete monstruitos (de aspecto físico eran igualitos a los enanitos sólo que enormes) a los que jamás había visto en su vida y su reacción fue esconderse detrás de un árbol. Lo sorprendente es que ellos sí hablaban y no parecían agresivos pues estaban pacíficamente sentados en medio del camino.
Ella seguía asustada, y no sabía que hacer para poder regresar a su casa, pues para ir tenía que pasar obligatoriamente por delante de ellos porque no tenía más que un sendero. Pasado un rato se le ocurrió tirar una piedra hacia un lado escondido para ver si así se movían del camino y ella aprovechar y escapar, pero tuvo mala suerte y la atraparon. Intentaron hablar con ella pero era inútil porque solo les respondía por señas, y estaba muy asustada pero al parecer eran buenos y no le hacían daño.
Con el paso de los días la fueron conociendo mejor y se hicieron amigos, eso sí, nunca llegó a hablar, pero se sentía a gusto en compañía de todos ellos.
¿CONTINUARÁ?
Aquella noche estaba Frankenstein que no cabía en sí de gozo, con su melena al viento y un ligero rubor en las mejillas. Henchido de confianza le pregunto al espejito.
- ¿Acaso alguien luce las tuercas mejor que yo?
- Sin duda las tuercas tienen su encanto, pero lo que te hace realmente irresistible es el tintineo de los cuatro dientes que te quedan. Su espesa negrura a la par que tus ojeras te dan un toque especial.
Con su ego enaltecido, besó al espejo. Desbordado de impresión al verlo hacerse añicos pero reponiéndose con su habitual destreza, mientras se ceñía el corpiño, pensó:
- ¡Bah! Hay más en cadena cien.
Miró al cuco del reloj y viendo su cara de estrés comprendió que se hacía tarde.
Rápidamente decidió que seguiría con sus queridos y harapientos pantalones, le hacían lucir más esbelto. Ya sólo faltaban sus zapatitos del cuarenta y uno, de auténtico cristal y…¿por qué no decirlo?, plantillas ortopédicas incorporadas. Eso sí, ¡cómodos a rabiar!
¡Oh Dios! Podría echarse a volar. El trotar de unos caballos le sacó de su ensimismamiento. ¡MI DULCE HÉROE! ¡Qué bólido!
LA ODISEA DEL ESPACIO DE TARZÁN
Tarzán de los monos era una persona con un código ético ejemplar. Viviendo en una época en la que había un gran avance tecnológico, viniendo de donde venía, llegó a la realidad de una sociedad de tecnocracia donde había cohetes y viajes lunares y conoció a extrañas criaturas del espacio.
Fue un ideal de vida, quien inventó la búsqueda de la verdad. Se embarcó en el primer viaje a Marte, pensando que iba a ser rey como en su jungla, pero se encontró con otro ambiente que no estaba al alcance de sus percepciones.
Él creyó que podría adaptarse a ese ambiente pero no fue posible, ya que el mundo y las situaciones son cambiantes y hay factores externos que influyen en cada época.
Pero el espíritu de Tarzán siempre perdurará impenetrable. Pasarán siglos y siglos y su espíritu nunca cambiará.
Los marcianos que lo conocieron se fijaron en él y dedujeron que dentro de la condición humana hay unos valores que no son siempre los mismos, como poder, dinero, etc. En Tarzán vieron que eso no era lo más importante. Su adaptación al medio era siempre lo primero. Él era un líder y, como líder, sabía que tenía que poseer unas condiciones como valentía, compromiso y justicia, un ejemplo de vida.
EL PATO ORGULLOSO
Nacieron más de un pato y uno de ellos era tan guapo que no se podía juntar con los demás.
Pero este pato se fue creyendo que era él más guapo del mundo y fue echando de su lado a todos sus hermanitos por motivo de que se sentía superior a ellos.
Con el paso del tiempo se convirtió en un cisne feo y sin nada, ni nadie.
Y eso le pasó por ser tan orgulloso.
LEVIPÍN
Me contaba mi abuelo que en la zona de la Mariña Lucense había un señor anciano al que le aconteció algo tan maravilloso que su historia perdura, ya con carácter de leyenda.
Pues bien, ese señor era un carpintero viejecito llamado Josué que un buen día, con madera de pino, hizo una figura de la que se quedó prendado. Esa noche, tal era su admiración por el trabajo recién hecho, soñó con esa figura, que era idéntica a la imagen de un niño de verdad.
Esa misma noche, un hada buena le dio a Levipín (que así lo bautizó Josué) la capacidad de convertirse en un niño de verdad. Cuando Josué lo vio, se entusiasmó con él.
Levipín iba al colegio y el hada le envió un amigo y consejero, Tristán. En el camino de la escuela conoció a dos niños que se convirtieron en sus amigos. Éstos no eran buenos y le llevaron a hacer travesuras.
Josué lo echó en falta y se fue a mirar al mar, acompañado de Tristán. Iban en una barca y una ballena se los tragó. Luego, Levipín se dio cuenta del mal que hacía y el hada le llevó al mar, donde habló con la ballena, pero ésta se lo tragó.
Dentro de la ballena, junto a su “padre” y amigo, no encontraban la f
orma de salir. Se les ocurrió encender una hoguera que hizo estornudar a la ballena. Salieron sanos y salvos.
El hada lo convirtió en un niño de carne y hueso pero también lo castigó por sus malas compañías, poniéndole una nariz roja cada vez que hacía algo mal.
Todo se hizo perfecto y vivieron en armonía y felicidad.
… Mi abuelo me contaba historias así, ¿a que son bonitas?
EL LAZARILLO Y SU AMO YA RICOS
En mi relato os voy a contar las aventuras y desventuras de Lazarillo de Tormes, que sirve a un personaje bohemio muy bohemio, pero muy rico, por eso sus viajes siempre transcurrirán en medios de locomoción de muy alto coste. Por ejemplo, cuando el rico amo decide irse a pasar una noche loca con todos los amigos de su Lazarillo y lo pasan superbién porque, a pesar de la pequeña ceguera del amo, éste se defiende muy bien y sabe divertirse como un “enano”, sabiendo que su lazarillo esta bien en la compañía de todos sus amigos, a las tantas de la noche que deciden irse, se despiden de todos sus amigos que volverán a sus casas en unos coches preparados para ellos. Ellos también se van a retirar, pues al día siguiente les espera una jornada de mucho trabajo, ya que deberán coger el avión particular e ir por tierras africanas a repartir miles de alimentos a esa gente que no tienen de nada y si les da tiempo también lo harán en Asia que tiene zonas donde viven en condiciones infrahumanas. Ya muy de mañana, emprenden ese largo viaje, que les proporciona grandes satisfacciones. Deciden que sin tardar mucho deben volver y ya no sólo a traer comida, sino otra clase de materia, material suficiente para construir casas y escuelas donde los niños puedan recibir un mínimo de educación (en una zona tan necesitada de todo eso, y ellos lo saben por eso se van muy satisfechos de su colaboración que la ven superpositiva, prometiendo volver) y sin tardar mucho, se van para su casa muy satisfechos con la misión cumplida.

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